Hay algunas cosas en la vida que se vuelven muy claras cuando eres pasivo. ¡Así que te contamos 6 lecciones de vida que puedes aprender sobre ti mismo!
1. La práctica hace al maestro
Piensa en la primera vez que fuiste pasivo. Ahora piensa en la última vez. ¿Cuánto mejor eres en eso? ¿Cuánto más cómodo te sientes en tu propio cuerpo? Por lo tanto, ¡confirmamos que la práctica hace la perfección!
2. No importa cuánto te esfuerces, a veces haces un gran lío
En la vida, puedes hacer todo lo posible para prepararte para algo, pero a veces simplemente fallas. Al igual que con ser pasivo. Puedes preparar y limpiar todo lo que quieras, pero al menos una vez en tu vida vas a hacer un gran lío… ¡Y sabes de lo que hablamos!
3. Puedes encontrar placer y alegría en los lugares más inesperados
Piensa en eso. Dentro de tu propio culo puedes encontrar placer. ¿Quién hubiera pensado que dentro hay una pequeña glándula del tamaño de una almendra que podría hacerte sentir tan bien?
4. La comunicación lo es todo
desacelerar acelerar Detente por un segundo. Más lubricante. Más intensidad. Necesitas comunicarte durante el sexo, de lo contrario no será bueno para ninguno de los dos. Esto es como en cualquier otro aspecto de la vida. La comunicación siempre es fundamental.
5. A menudo necesitas trabajar con el dolor.
Ya sea por su salud física o emocional, a menudo necesita trabajar con el dolor. De la misma manera que cuando eres pasivo, necesitas trabajar con este dolor inicial. Pero una vez que lo haces, podemos decir que realmente vale la pena.
6. Puedes dejar de hacer lo que sea que estés haciendo, pase lo que pase
Durante el sexo, puedes parar, pase lo que pase. Al igual que en la vida, si no te gusta lo que estás haciendo en el trabajo o en tu carrera, puedes parar. Puedes cambiar los caminos. Si bien a veces se necesita un poco de planificación, siempre puedes dejar lo que estás haciendo en cualquier momento de tu vida y continuar con otra cosa.